Ser puta no es follar cobrando.

No. A esas las llamo yo "prostitutas" o, más justamente, "mercenarias del sexo".

A cada uno su profesión, que todos trabajamos por dinero, algunos utilizando sus manos, otros su imaginación, otros su mente, otros su cuerpo.

Puta es la que toma la polla de su novio con la punta de los dedos y dice abiertamente que ella no hace esas cosas. Que ella sólo hace el amor con amor y con condón y con las luces apagadas y con las sábanas de por medio. Y luego viste abrigos de pieles, porque los visones están criados para eso, para ser matados a golpes certeros en sus cabezas, sin salpicar sangre, no se vayan a manchar el pelaje.

Puta es la que viste a sus hijos siempre impecables, cuidándose muy mucho de que se manchen de barro, llevándolos a colegios caros del Opus Dei, y luego los hostia en casa, con las puertas cerradas, porque rompieron un vaso jugando a ser niños.

Puta es la que come verduras y carnes a la plancha, y paga un gimnasio para sentirse siempre hermosa para su marido, alardeando de que nunca le perderá, y luego repudia a su amiga que no vió hace años porque "¿has visto la pobre? ¡lo gorda que está!".

Puta es la que sale a tomar una copa con sus amiguitas, y pasa horas escuchando sus problemas y sus vidas, asintiendo a éstas con varios "¡qué fuerte, qué fuerte!" y pasa horas después riéndose de ellas, de sus desgracias y de sus pobres infortunios, con la que es su única y verdadera amiga, otra puta como ella.

Puta es la que, teniendo pareja, tiene amantes, y llama "putas" a las mujeres que se lían con hombres casados.

Puta es la que tiene tres chachas y dos niñeras para cuidar a sus hijos, y grita "¡quita, guarra!", cuando se cruza con una gitana que lleva a sus tres pequeños a cuestas, malvestidos y malcríados, pobres y hambrientos.

Puta es la que aporta cien euros en la maratón de Navidad en favor de los niños de Etiopía, y conduce un coche de 60.000 euros que está pensando en cambiar por otro cuando ya tenga 5.000 kilómetros.

Puta es la que cree que los heroïnómanos lo son por elección, y que se jodan si es el camino que han decidido tomar, y que no molesten por las calles, ¡qué asco! que venga la policía y los encierre a todos.

Puta es la que se ha enterado de que una de sus amigas se ha separado y está pasando un mal momento, y después de llamarla para decirle que lo siente muchíiiiiisimo, deja de contar con ella en su círculo, comentando que ahora, seguro, la tía desesperada irá a por los maridos de otras.

Puta es la que no deja que le coman el coñito por ser algo sucio, y se masturba después a escondidas con películas porno bajadas de internet.

Puta es la que finje los orgasmos, la que folla sin sentir, la que engaña diciendo "te quiero", a cambio de una casita con piscina en el barrio alto de la ciudad y filete todos los días.

Puta es la que llama putas a las mujeres guapas y solas, que se ponen el mundo por montera, y buscan amores efímeros por el simple placer de sentirse queridas, hoy sí, esta noche sí.

Puta es la que critica a los hombres maltratadores delante de todos, pero en su fuero interno sigue convencida de que algo habrán hechos sus mujeres para que las peguen así.

No. Puta no es la cobra follando. Puta es la que cree que es la mejor y las demás son unas putas, cuando sabe, perfectamente, que la única puta es ella.

Del blog La amante

POEMA DEL DESENCANTO

Poema del Desencanto

Y comenzaremos juntos un viaje hacia la aurora.
Como dos fugitivos de la misma condena.
Lo que ignoraba antes no he de callarlo ahora;
No valías la pena.

Ya llegaba el otoño y ardía el mediodía.
Sentí sed. Vi tu copa. Pensé que estaba llena,
Pero acerqué mis labios y la encontré vacía.
No valías la pena.

Te di a guardar un sueño pero tú lo perdiste,
O acaso abrí mis surcos en la llanura ajena.
Es triste pero es cierto. Por ser cierto es tan triste.
No valías la pena.

Fuiste el amor furtivo que va de lecho en lecho,
Y el eslabón amable que es más que una cadena.
Pero hoy puedo decirte, sin rencor ni despecho;
No valías la pena.

Me alegré con tu sonrisa; me apené por tu llanto,
Sin pensar que eras mala, sin creer que eras buena.
Te canté en mis canciones y a pesar de mi canto.
No valías la pena.

Me queda el desencanto del que enturbió una fuente,
O acaso el desaliento del que sembró en la arena.
Pero yo no te culpo. Te digo simplemente;
No valías la pena.

 

el esposo infernal

El Esposo Infernal

Oigamos la confesión de un compañero de infierno. "Oh divino Esposo, Dueño mío, no rechaces la confesión de la más triste de tus siervas. Estoy perdida. Estoy borracha. Estoy impura. ¡Qué vida!
"Perdón, divino Señor, ¡perdón! ¡Ah! ¡Perdón! ¡Qué de lágrimas!
¡Y qué de lágrimas aún, más adelante, espero! "Más adelante ¡conoceré al divino Esposo! Nací sometida a Él. - ¡Ya puede pegarme el otro ahora! ¡Oh amigas mías!… no, no amigas mías… Nunca delirios ni torturas semejantes… ¡Qué tontería!
"¡Ah! ¡Estoy sufriendo, grito! Estoy sufriendo de verdad. Todo, no obstante, me está permitido, cargada con el desprecio de los más despreciables corazones.
"En fin, hagamos esta confidencia, aun a riesgo de tener que repetirla otras veinte veces, - ¡igual de tétrica, igual de insignificante!
"Soy esclava del Esposo infernal, del que perdió a las vírgenes necias. Es ése, y no otro demonio. No es ningún espectro, no es ningún fantasma. Pero a mí, que he perdido la prudencia, que estoy condenada y muerta para el mundo -¡nadie me matará

con este texto de ARTHUR RIMBAUD comienzo mi andadura  ..

Sobreviviré

Al principio, tenía miedo,
Estaba petrificado.
Seguía pensando
Que nunca podría vivir sin ti a mi lado.
Pero luego, pasé tantas noches
Solamente pensando en cómo me habías herido.
Y me volví fuerte.
Aprendí a sobrellevarlo.

Y ahora vuelves
Del espacio exterior.
Simplemente entré y te encontré aquí
Sin esa mirada en tu cara.
Debería haber cambiado la maldita cerradura.
Debería haberte hecho dejar la llave,
Si hubiera sabido, por sólo un segundo,
Que volverías para molestarme.

Oh, ahora vete,
Sal por la puerta.
Sólo da la vuelta.
Ahora, ya no eres más bienvenido.
¿No eras tú el que intentó dejarme?
¿Pensaste que me desvanecería?
¿Pensaste que abandonaría y moriría?

Pues no, yo no.
Sobreviviré.
Mientras sepa cómo amar, sé que estaré vivo.
Tengo toda mi vida para vivir.
Tengo todo mi amor para dar.
Sobreviviré.
Sobreviviré.
Sí, sí.


Me llevó todas las fuerzas que tenía
No caerme en pedazos.
Estoy intentando arreglar las piezas
De mi corazón partido.
Y pasé tantas noches
Compadeciéndome de mí mismo.
Solía llorar.
Pero ahora, no me avergüenzo.

Y ya me ves
Con una nueva persona.
No soy esa estúpida personita enamorada de ti.
Y pensabas que simplemente pasarías de visita
Y esperabas encontrarme libre.
Pero ahora estoy guardando todo el amor
Para alguien que me ama.

Esta canción es como un himno para mi, despechada, pero con fuerzas para seguir adelante, luchando y despreciando a quien me hizo tanto daño...y no hablo solo de él, sino de las que por conseguirle,me acosaron, criticaron, ensuciaron mi nombre, pisotearon...arpías, compradoras de mimos y besos, de te quieros infundados, falsas que se quisieron pasar por amigas mias para retirarme de su lado.

Pues bien, ya lo tienen, espero que con el ansia de devorar, ellas mismas sean devoradas.